miércoles, 4 de abril de 2012

Me empieza a importar.

Porque me levanto por la mañana pensando en cómo conseguí dormirme, pensando en ti. En que vuelves y... te pego un ostión para que se te quiten las ganas de decirme que estás bien cuando yo estoy aquí echa una mierda. Miro al suelo y se me caen las lágrimas, sin estar llorando.
Por otra parte, me despierto y me quedo una hora en la cama, pensando que estoy tumbada a su lado, mirándole los ojos infinitamente preciosos que tiene, entre marrones y verdes, diciéndole 'ya no sé qué besarte, que no te haya besado ya'.

No hay comentarios:

Publicar un comentario